Eres el poema
que nace del alma
y también la palabra
que alimenta
a un corazón
ansioso de tu néctar,
eres mi dulce gloria,
sabes a los sueños,
si no estás el vacío
se llena de ausencia.
Enciendes mis luces,
la luna se oculta,
las estrellas tímidas
no lucen radiantes.
Detrás de la niebla,
mi deseo tiembla
tientas a mis ansias,
a mi sed facultas
si no te detienes,
latidos desgranan
dentro de mi ser.

Me sientes, te siento.

Olga Maria Sain
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