Recordaré esos instantes previos a ese momento.
Los nervios, esa ansiedad por alcanzar lo esperado,
ese temor infundado en la razón,
ese elixir de saberme llegando a lo anhelado.
Si recordar pudiese elegirse constantemente,
recordaría los latidos antes del beso soñado,
la sensación de aquél abrazo
y el destiempo de los dedos acariciando mi rostro.
recordaría tus ojos en los míos,
la sensación de la inexistencia del mundo.
Nadie alrededor en el dulce
y nunca repetido temblor al encontrarnos.

Olga Maria Sain
©Derechos Reservados


Comentarios

  1. Gracias Jorge, un gusto verte por aquí poeta.

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  2. "Los latidos antes del beso soñado". No me cabe duda que el conocimiento mancha el silencio de la pasión y las manos.
    Realmente bello, Olga. Un beso, poeta.

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