Una delicada brisa acaricia mis mejillas
revelando tu presencia,
un escalofrío recorre mi cuerpo
te vas acercando poco a poco en silencio,
todos mis sentidos se estremecen de placer
tu humedad me desequilibra,
el lamento de tus gemidos me conmueve
quisiera retenerte en mis deseos.
Emergen emociones dormidas
te deslizas haciendo presunción de tu hombría
te impones sin misericordia
eres vacío, soledad y mi alegría,
el enigma oculto.
Descifrar tus intenciones es casi imposible
calmas mis ansias
respiro profundamente
cierro los ojos
te retiras como alguien que ha cumplido
y mi espíritu insaciable
retorna a la piel desterrada
en la esencia de los tiempos
sin renunciar a un nuevo encuentro.
Olga Maria Sain
©Derechos Reservados
revelando tu presencia,
un escalofrío recorre mi cuerpo
te vas acercando poco a poco en silencio,
todos mis sentidos se estremecen de placer
tu humedad me desequilibra,
el lamento de tus gemidos me conmueve
quisiera retenerte en mis deseos.
Emergen emociones dormidas
te deslizas haciendo presunción de tu hombría
te impones sin misericordia
eres vacío, soledad y mi alegría,
el enigma oculto.
Descifrar tus intenciones es casi imposible
calmas mis ansias
respiro profundamente
cierro los ojos
te retiras como alguien que ha cumplido
y mi espíritu insaciable
retorna a la piel desterrada
en la esencia de los tiempos
sin renunciar a un nuevo encuentro.
Olga Maria Sain
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