Como doliente dardo
un verso penetra desnudo
muy hondo,
en mi corazón herido,
loco de amor ungido.
Susurra el secreto,
devela el perfume
de la flor y de la vida,
mi cielo navega en tu mar
y el viento deposita
en su orilla,
mi beso y mi deseo.
Silenciosas las estrellas nos guían,
sigilosa la luna nos sigue
nos guarda,
nos cuida...
nos bendice.

Olga Maria Sain
©Derechos Reservados




Comentarios