Me gusta ese silencio que va con tu mirada.
Lejos, el viento, lejos de la tarde mira y calla.
Hay un pájaro quieto en tus ojos,
un destello que pasa,
un remoto lugar,
un estertor que estalla
y en la intemperie de tu boca un beso se abalanza.

Me gusta contemplar ese retrato,
esa silvestre luz de mediodía
que se enciende en tu cara.

Olga Maria Sain
©Derechos Reservados


Comentarios