Ya no dependo de mí, ni de ti,
mi alma en la noche deambula solitaria.
No me busques, no estoy,
he dejado todo,
mi vida, mi ilusión, mi corazón se han ido.
Esto que ves, es lo que quedó después de ti,
después de dormirme en tus brazos.
de amarte, de recorrerte,
de delinear cada espacio de ti
con mi boca, mis dedos, mi piel.
Después de horas de mirarme en tus ojos,
no atesoré nunca una larga mirada tuya.
Ahora sé porqué tus ojos no me veían:
solo contemplabas a un ser que te amaba.
Silencios, caricias perdidas manos que no se encontraban.
¿Quién amaba?
¿Quién hacia el amor?
¿Quién forjaba un futuro?
¿Quién lastimó su vida?
Yo.
Olga María Saín
©Derechos Reservados
mi alma en la noche deambula solitaria.
No me busques, no estoy,
he dejado todo,
mi vida, mi ilusión, mi corazón se han ido.
Esto que ves, es lo que quedó después de ti,
después de dormirme en tus brazos.
de amarte, de recorrerte,
de delinear cada espacio de ti
con mi boca, mis dedos, mi piel.
Después de horas de mirarme en tus ojos,
no atesoré nunca una larga mirada tuya.
Ahora sé porqué tus ojos no me veían:
solo contemplabas a un ser que te amaba.
Silencios, caricias perdidas manos que no se encontraban.
¿Quién amaba?
¿Quién hacia el amor?
¿Quién forjaba un futuro?
¿Quién lastimó su vida?
Yo.
Olga María Saín
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