Ausencia. Devastador abismo primigenio.
Éxtasis silencioso, dolor extremo, exagerado
que me emociona y me conmueve;
deslizándose sobre mí,
penetra como un sueño sensual que no me pertenece.
Soy muda testigo de sus calamidades,
sus abrazos y proféticos sinos
Todo está encarcelado, infestado en mi naturaleza.
el mañana es huérfano e inmune al miedo.

Olga María Saín
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