Todo está habitado de palabras.
Los silencios. Las promesas.
Las afrentas. Las defensas.
La vida. Y su falta.
La salud. La enfermedad.
La huella. La siembra. La desmesura
La inocencia. La sonrisa. La lágrima.
El dolor. La alegría. La osadía. La cobardía.
El coraje. El miedo. El sueño. La vigilia.
El amor. El desamor. El encuentro. El olvido.
El tino. El desatino. El humor. La indiferencia. El rencor.
La nostalgia. La presencia. La ausencia. El clamor.
Y éste viento que te trae. Y me despierta.
Todas las palabras se llaman tú.
Y todas soy yo.
Olga María Saín
©Derechos Reservados
Los silencios. Las promesas.
Las afrentas. Las defensas.
La vida. Y su falta.
La salud. La enfermedad.
La huella. La siembra. La desmesura
La inocencia. La sonrisa. La lágrima.
El dolor. La alegría. La osadía. La cobardía.
El coraje. El miedo. El sueño. La vigilia.
El amor. El desamor. El encuentro. El olvido.
El tino. El desatino. El humor. La indiferencia. El rencor.
La nostalgia. La presencia. La ausencia. El clamor.
Y éste viento que te trae. Y me despierta.
Todas las palabras se llaman tú.
Y todas soy yo.
Olga María Saín
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