Somos eternos aprendices
Morimos desde la vida,
nacemos desde la muerte
¿estamos en el ser?
¿somos en el estar?
Una grieta nos resume ,
una grieta en el aire brumoso.
La mano intenta recorrerla,
se hace humo de sangre caliente
en la aspereza de su perfil.
Mis silencios ausentes
se evaden en el murmullo,
sordera que atenta espera
sentir algún sonido.
Algo cae sobre el regazo,
una conmoción segregada
en las ruinas de un encierro.
Se adornan de luz los abismos
naufragando en su dolor,
avanzan avatares
que nunca se cumplirán.
He intercambiado la piel
del dolor al éxtasis,
del amor a la ausencia,
de la presencia al olvido:
sus tatuajes son suturas
que desde el alma asoman
para desmitificar trayectos.
Aprendices eternos de
patentes obligadas.
Romper equipajes de la historia
es ahora mi bandera,
después ...
la inmolación en el fuego.
Olga María Saín
©Derechos Reservados
Morimos desde la vida,
nacemos desde la muerte
¿estamos en el ser?
¿somos en el estar?
Una grieta nos resume ,
una grieta en el aire brumoso.
La mano intenta recorrerla,
se hace humo de sangre caliente
en la aspereza de su perfil.
Mis silencios ausentes
se evaden en el murmullo,
sordera que atenta espera
sentir algún sonido.
Algo cae sobre el regazo,
una conmoción segregada
en las ruinas de un encierro.
Se adornan de luz los abismos
naufragando en su dolor,
avanzan avatares
que nunca se cumplirán.
He intercambiado la piel
del dolor al éxtasis,
del amor a la ausencia,
de la presencia al olvido:
sus tatuajes son suturas
que desde el alma asoman
para desmitificar trayectos.
Aprendices eternos de
patentes obligadas.
Romper equipajes de la historia
es ahora mi bandera,
después ...
la inmolación en el fuego.
Olga María Saín
©Derechos Reservados
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