Esclava sumisa:
ante el ardor incansable
que circunscriben las cadenas inertes
alimentada ya mi carne
A la linfa desnuda, savia pura
las aves carroñeras saquearán de nuevo
convirtiendo mi ser en un altar de placer.
El vicio en la oscuridad enigmática
lubricado por la pasión, me causa indignación y desprecio.
No existe retorno,
de mi cueva
solo me iré en su vuelo.

Olga Maria Saín
©Derechos reservados


Comentarios