Las sombras que creí desterradas
vuelven noche a noche,
se agazapan burlando mi razón.
Ráfagas gélidas se infiltran,
penetrando mis espacios,
colándose por las rendijas.
No sé si soy o no soy,
si quiero o no quiero
La soledad es mejor compañera
que tu silencio eterno…

Olga Maria Saín
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