Llueve, me llueves
recorriendo mi mundo en loco frenesí,
te estrellas, te deslizas,
te arrastras por la órbita de mi piel,
los charcos de tu origen
desnudan las lágrimas
de mis ojos, de mis pies.
Una brisa hija de éste viento
consagra el silencio de mi boca;
apaciguo mi andar
tomando sin medida
el concierto que brindas.
Has llegado a destino
sueñan los ríos, los verdes
colmados de rumores,
el silencio repiquetea
en los mares de mi ser.
Desde la raíz hasta la conciencia
truena tu fortaleza
con brazos dispersos
mientras en mis ojos brillantes,
sin destino, sin rumbo
baila al mismo tiempo el llanto
que no has querido ver.
Olga Maria Saín
©Derechos reservados
recorriendo mi mundo en loco frenesí,
te estrellas, te deslizas,
te arrastras por la órbita de mi piel,
los charcos de tu origen
desnudan las lágrimas
de mis ojos, de mis pies.
Una brisa hija de éste viento
consagra el silencio de mi boca;
apaciguo mi andar
tomando sin medida
el concierto que brindas.
Has llegado a destino
sueñan los ríos, los verdes
colmados de rumores,
el silencio repiquetea
en los mares de mi ser.
Desde la raíz hasta la conciencia
truena tu fortaleza
con brazos dispersos
mientras en mis ojos brillantes,
sin destino, sin rumbo
baila al mismo tiempo el llanto
que no has querido ver.
Olga Maria Saín
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