Recuerdos

Vuelvo al andén de la despedida, hoy el calendario
cita un recuerdo, aniversario del día que te fuiste de mi vida.
Ya no hay trenes ni vías de una metáfora,
no hay boleterías donde comprar un billete, nunca las hubo.
Ni siquiera la presencia del destino partió contigo;
así debía ser.
El mío fue continuar senderos, desde tus ganas de empujarme a la vida
tantas veces dichas en nuestros diálogos.
No hay lápida donde inclinar la cabeza,
sí acaso ante mí misma,
ante esa joven
que contempló con desconocimiento mi conmoción.
Inclino también mi cabeza como un homenaje
allá donde tus cenizas,
tu voz o tu presencia-ausente no se fueron con el viento,
estos años los han acomodado
con los árboles que oían nuestras risas,
en la tierra que amabas con las aguas del río hacia el mar.
¿Estás en el océano o en el espacio que contemplo
cuando levanto mi mirada?
Estás dentro del amor que te tuve y te tengo,
tan adentro que ya el silencio acomoda con júbilo tu ausencia.
Un remanso de emociones se recrea allá donde el duelo hizo su ritual.
Puedo mirar el hueco de tu compañía porque no hay vacío,
lo sagrado ha dejado un templo de brisa en calma,
donde suena tu dulce voz
en la paz que me hace compañía.

Olga María Saín
©Derechos Reservados

( A mi amiga desaparecida )



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