Son las doce, es medianoche
¿ por qué tocan las campanas ¿
sus tañidos son los ecos de ultratumba
lentos de agonía, mil fantasmas
bajan del cielo a mi vida,
por la escala de la luna
en ésta noche de invierno
fría, silenciosa y clara.
Parecen castas princesas,
parecidas a las estrellas
pero en forma casi humana
llegan en forma postrera
a mi estancia solitaria.
Les pregunto que desean,
qué musitan, qué susurran
!!Son fantasmas!!
imágenes intangibles
que bajo éste astro pálido
encanto de los delirios
vienen a enturbiar la calma
de mis horas silenciosas.
En una nube de incienso se han alejado
pero han dejado su sombra
envuelta en negra, oscura penumbra
y me mira desde el fondo,
tan misteriosa,
con expresión tan profunda
que me fascina y encanta.
Ella no dice palabra
llega hasta mí lentamente
y bajo la luna blanca,
queda desnuda a mis ojos
desnuda y tan descarnada
que sólo con la misma muerte
yo podría compararla.
Soy dice al fin: tu amante verdadero
" Soy la Nada”
Olga Maria Sain
©Derechos Reservados
¿ por qué tocan las campanas ¿
sus tañidos son los ecos de ultratumba
lentos de agonía, mil fantasmas
bajan del cielo a mi vida,
por la escala de la luna
en ésta noche de invierno
fría, silenciosa y clara.
Parecen castas princesas,
parecidas a las estrellas
pero en forma casi humana
llegan en forma postrera
a mi estancia solitaria.
Les pregunto que desean,
qué musitan, qué susurran
!!Son fantasmas!!
imágenes intangibles
que bajo éste astro pálido
encanto de los delirios
vienen a enturbiar la calma
de mis horas silenciosas.
En una nube de incienso se han alejado
pero han dejado su sombra
envuelta en negra, oscura penumbra
y me mira desde el fondo,
tan misteriosa,
con expresión tan profunda
que me fascina y encanta.
Ella no dice palabra
llega hasta mí lentamente
y bajo la luna blanca,
queda desnuda a mis ojos
desnuda y tan descarnada
que sólo con la misma muerte
yo podría compararla.
Soy dice al fin: tu amante verdadero
" Soy la Nada”
Olga Maria Sain
©Derechos Reservados
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