A veces me dueles un poco,
es raro y exacto.
Como extraño, como mío.
A veces me contradigo.
Y lamo las heridas para sentir que sanan,
que me alivian de esta sed que no cesa.
Del hambre que no se vacía.
A veces, me dueles un poco.
Como la felicidad misma.
Emociones que me habitan
y se deslizan suaves,
en libre caída por mis mejillas.
Y hasta mis labios que sólo quieren besarte.
A veces.
Antes de mis palabras y durante.

Olga Maria Sain
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