En derredor los objetos se pierden
en su abandono, en su quietud,
no cayó el telón en el último acto.
El silencio se mueve crujiendo en los asientos,
un seco estertor simulando disfonías.
Restos de ramos de flores al pie del escenario.
¿Murió prematuramente?
Suena todavía la última frase de la representación.
Se filtra un rayo de luz entre bambalinas.
Luego vendrá el aguacero a derramarse sobre el foso,
sobre un viejo piano que alguien dejó abierto...
y en la teclas pétalos de una rosa
como notas que se evaporan en sordina,
Si ... Murió prematuramente.

Olga María Saín
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