No hay espacio más propio que el que ocupan nuestros deseos;
secretos anhelos bien guardados,
añoranzas de tiempos que no han pasado.
Y llegarán.
Dejarse llevar, quedándose en un mismo sitio,
sabiendo que es solo el principio de un sueño que no tiene final.
Déjate llevar.
No son los pies.
Son las alas las que nos alcanzan en éste ahora.
Y se hacen caricias cada noche antes de abrir la aurora.
Antes de despertar.
Olga María Saín
©Derechos Reservados
secretos anhelos bien guardados,
añoranzas de tiempos que no han pasado.
Y llegarán.
Dejarse llevar, quedándose en un mismo sitio,
sabiendo que es solo el principio de un sueño que no tiene final.
Déjate llevar.
No son los pies.
Son las alas las que nos alcanzan en éste ahora.
Y se hacen caricias cada noche antes de abrir la aurora.
Antes de despertar.
Olga María Saín
©Derechos Reservados
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