Tal vez la noche nos sembró de rocío.
Quizás lo hizo conmigo y contigo.
La mañana ha llegado.
El color está intacto.
La humedad nutre.
Y el sol dará abrigo y serenidad.
Tal vez la noche nos sembró de rocío.
Pero ya no está.
Olga Maria Sain
©Derechos Reservados
Quizá nunca deje de estar.
ResponderEliminarEntrelazado en el pelo, la piel y los sentimientos.
Quizá nunca deje de estar.
José-Ramón
Eternizadas están todas tus cosas. Estás.
EliminarGracias Jose-Ramon por pasar por aquí. Saludos cordiales
Un poema de ensueños, de un encuentro fugaz
ResponderEliminar