Ella va con movimientos tallados
en jardines incrustados
y vencidos por la pérdida de luz hermética,
desconcertada se integra con las horas
que salen de un contorno retorcido y misterioso.
Y sonríe ante el murmullo de un juego llamado amor.

Olga Sain Sain
© Derechos Reservados


Comentarios