Existirán partes del camino en que no distinguiré con claridad.
Momentos donde se pondrá en riesgo el equilibrio
y el detenerse tal vez sea necesario.
Debo pensar, evaluar y focalizar
por dónde el sentir me va a llevar,
teniendo en claro que el corazón es el que guía.
Sabe él más de mí que yo misma,
porque me enredo en la razón.
Y hay razones que no alcanzan a explicar
el cierto y contundente latir del alma
cuando el sentir la embarga.
Voy.
Aún con niebla donde el creer me lleva.
Y doy gracias.
Puedo seguir andando.
Late el corazón. Tiembla la emoción.
A veces también duele.
Bello es saber que estoy viva.

Olga Maria Sain
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