Sólo pretendo la simpleza de conocerme,
de atreverme a mirarme sin lentes,
sin protección alguna de los reflejos.
La sencillez de hacerme espejo de mis sentires internos,
de mis miedos, de mis intentos, de mis fracasos.
Y mis hallazgos, de mi ser creciendo.
De ti latiendo en mi, dando vida a mi vida, razón a mis sonrisas.
Sólo pretendo la dicha de saberte en mí cada mañana
y cada noche destapar la almohada para abrigar el sueño que aún me acompaña.
Sólo pretendo la simpleza de amarte y sentir que me amas.

Olga Maria Sain
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