Te extraño y no consigo conciliar el sueño
y mi pensamiento es íntimo amigo de tu recuerdo.
Haré por última vez el intento
que tomes hasta la última gota
de lo que siento por ti.
Mi boca muere por besarte
y mis dedos ansiosos precisan tu piel
para dibujar un paisaje nuevo.
Necesito dejar de necesitarte,
de morir un poco entre tus brazos,
de soñar despierta que estás en mi boca.

Ahora que pienso solo en mañana
y sonrío con tantas ansias al imaginarme
contando las estrellas de tu cielo.

Olga Maria Sain
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