Aún si pudiese callar el sentimiento
tú sabrías de mí:
en el aire que te
roza,
en esas baldosas
que te saludan al pasar,
en el dulce tormento
de recordar el mar
que todavía no vimos,
en la tibia mañana
en la que descubrimos
un sinfín de latidos
que se escuchan
en tu corazón y el mío.
Si pudiese callar el sentir
sabrías de mí en cada suspiro.
Lo sé.
Porque eso me sucede contigo.

Olga Sain
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