Cada día distraída miro los rostros que cruzan la calle,
los pasos presurosos, cansados, encorvados a veces.
Otras, fingiendo realidades aunque las tristezas deslumbran en lo opaco de un día enteramente gris.
Cirios que atisban la comprensión con anhelo,
entre las ojeras como si respondiese a voces que no suenan.
Contemplo las ventanas,
preguntándome qué habrá detrás de las cortinas,
quizá una frente apoyada sobre el cristal atisbando el bullicio
o tal vez mirando sin mirar al suelo, a un rincón donde los pensamientos vagan de la esperanza al luto.
Varada en una esquina necesito elevar mi contemplación,
a esos tejados que se insinúan con el peso de cada día,
ruegos que caen al cielo, caen hacia lo alto,
caen porque vetaron su vuelo demasiado pronto.
Intento inventarme ángeles que recogen sus silencios
para hacer con ellos el arco iris de mañana.
¿Mañana?
Me desnudaré de mi trayecto para ser azul bajo la lluvia,
azul de esquinas en el amanecer,
solo asomándome al horizonte,
para recordar las calles y esa sensación confusa
de vértigos alrededor.
Olga Sain
©Derechos Reservados
los pasos presurosos, cansados, encorvados a veces.
Otras, fingiendo realidades aunque las tristezas deslumbran en lo opaco de un día enteramente gris.
Cirios que atisban la comprensión con anhelo,
entre las ojeras como si respondiese a voces que no suenan.
Contemplo las ventanas,
preguntándome qué habrá detrás de las cortinas,
quizá una frente apoyada sobre el cristal atisbando el bullicio
o tal vez mirando sin mirar al suelo, a un rincón donde los pensamientos vagan de la esperanza al luto.
Varada en una esquina necesito elevar mi contemplación,
a esos tejados que se insinúan con el peso de cada día,
ruegos que caen al cielo, caen hacia lo alto,
caen porque vetaron su vuelo demasiado pronto.
Intento inventarme ángeles que recogen sus silencios
para hacer con ellos el arco iris de mañana.
¿Mañana?
Me desnudaré de mi trayecto para ser azul bajo la lluvia,
azul de esquinas en el amanecer,
solo asomándome al horizonte,
para recordar las calles y esa sensación confusa
de vértigos alrededor.
Olga Sain
©Derechos Reservados
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