Por la manera única
en que el amor nos desordena,
nos desubica, nos desestructura,
por esa forma profunda
de mostrarnos quiénes somos
desde la esencia de nuestro todo
transformando la mirada para reconocernos;
por esos milagros que nos habitan
cuando la lágrima antecede a la sonrisa
y el latido al pensamiento,
por los instantes en que te siento
y aún en la cornisa del razonamiento
elevo mis pies y me atrevo a volar
gracias Vida:
Por la vida que me das.
Por la vida que te ofrendo.

Olga Sain
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