Si la vida en sí misma es incierta,
bellamente incongruente y manifiestamente inestable
¿Por qué emprendemos el desgaste
de buscar garantías en forma casi salvaje,
de antemano y ante todo,
creyendo que ese es el modo
de obtener seguridades ?
Tal vez debiéramos pensar
si vale la pena malgastar
el paso nuestro por las maravillas
del amor y sus delicias
(en cada una de sus posibilidades)
tratando de colocar títulos
y promesas de fidelidades
cuando el amor en sí mismo lleva un nombre
y la mayor fidelidad es hacia nosotros mismos
y lo que sentimos…
reconociéndolo como verdad,
aceptándonos en ello y respetándolo con dignidad.
Pensaba.
Tal vez, sea
la ausencia de lluvia de esta tarde....

Olga Sain
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