Observa aquí, también allí.
El alma sabe de traspasar muros,
de desenredar los nudos de una conciencia que se cree justa y entera,
haciendo pedazos las fronteras que ella pretende erguir.
Estás latiendo aquí, emergiendo en el sonido de mi voz.
Y en este temblor de mis manos al escribirte.
Estás en mi destino dibujándote cada día,
muy lejos de los abismos de la cobardía,
cerca de la valiente sinrazón.
Conmigo vienes, contigo voy.
La vida dicta cuándo y dónde.
El sentimiento guía cómo y en qué medida.
Olga Sain .
©Derechos Reservados
El alma sabe de traspasar muros,
de desenredar los nudos de una conciencia que se cree justa y entera,
haciendo pedazos las fronteras que ella pretende erguir.
Estás latiendo aquí, emergiendo en el sonido de mi voz.
Y en este temblor de mis manos al escribirte.
Estás en mi destino dibujándote cada día,
muy lejos de los abismos de la cobardía,
cerca de la valiente sinrazón.
Conmigo vienes, contigo voy.
La vida dicta cuándo y dónde.
El sentimiento guía cómo y en qué medida.
Olga Sain .
©Derechos Reservados
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