No miraré otra vez los resplandores 

de esa, la luz brillante en tu mirada 

tu voz calma, serena, enamorada 

fuente gentil donde bebían mis amores. 

Quizá hemos de vivir tiempos mejores 

pues si vamos a vernos nuevamente 

no te dirá mi alma lo que siente 

esconderé mi llanto y mis temores. 

Mucho tiempo te amé; tanto ha pasado 

llené con mi dolor un mundo entero 

con desesperación y angustia te he llorado.

No gime ya mi corazón te ha perdonado, 

porque cuando te fuiste, lento, quedo, 

se me ha partido en dos y me ha matado.

Olga Sain .

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