Se pierden los besos que no hemos dado,
las caricias que no alcanzaron a rozarnos,
los deseos que no nos encuentran,
los miedos que nos distancian
y el sutil insomnio-desvelo-amigo
que todavía me mantiene despierta.
En estos versos hallarás
los latidos de tu nombre
junto a un te quiero
y la tristeza de mi mirada
húmeda de tanto extrañarte.

Olga Maria Sain
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