Mi ciudad, es una ciudad de un país polimorfo
heterogéneo de cristales hecho añicos.
Mi ciudad descendió al infierno al momento
en que las armas escribían sus poemas de balas
y las devoradoras de hombres
abrían las cortinas de sus piernas
a la violenta visita de los torturadores
brindándoles algo de beber
y un sorbo de amor junto a la escupida divina
sobre la moral fastuosa contorsionada de espanto.

Olga Maria Sain
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