Un refugio es ese lugar que sientes pequeño, justo, que te abarca entero y te contiene, libre en tu centro pero a la vez preso de la ternura necesaria.
De la caricia que te prodigas conociéndote.
De ese espacio quieto y cálido en el que emerges siendo luz. Y sueño.
Donde te permites quererte, aún a pesar de tanto.
Y te escuchas latiendo, reconociendo, reconociéndote en
que cada latido que lleva el ritmo y el aliento de tu respiración.
Un refugio es ese lugar tan tuyo que acuna el murmullo de tu corazón.
Y un milagro merecido cuando el lugar es compartido desde el amor.

Olga Sain
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