Amanece.
El alba imperturbable
sin frontera la luz
ya se dilata,
se arrastra,
y se adueña de todo...
La poesía aparece
como un derroche,
de la oscuridad,
que gimió
vacía y sola
como un reproche,
a la breve
duración de vida de la noche.
No deseo más
la luminosidad,
el día
dibujará figuras
de fantoches;
quiero realidad,
que enturbie la visión.
Viviré haciendo muecas,
sonrisas convenientes,
de pasiones lejanas
!Quiero beber la sombra
impúdica de la noche !

Olga Maria Sain
©Derechos Reservados



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