Un día más
desconvoco los votos del silencio,
del recogimiento en un ignoto espacio,
abro puertas y ventanas
al murmullo de las súplicas ,
algo se estremece
su seísmo avisa a mis pies ,
y acudo fiel servidora ,
porque el dedo de un dios
me señaló hace tiempo,
aquél día en que empujé su mano
hasta mi frente ,
mientras la oración
se eternizaba en su espiral.
Las estrellas fueron testigos
de un anclaje en el sacrificio.
El altar está solitario ,
sin embargo ,
el abandono lo hace poderoso.
Olga Maria Sain
©Derechos Reservados
desconvoco los votos del silencio,
del recogimiento en un ignoto espacio,
abro puertas y ventanas
al murmullo de las súplicas ,
algo se estremece
su seísmo avisa a mis pies ,
y acudo fiel servidora ,
porque el dedo de un dios
me señaló hace tiempo,
aquél día en que empujé su mano
hasta mi frente ,
mientras la oración
se eternizaba en su espiral.
Las estrellas fueron testigos
de un anclaje en el sacrificio.
El altar está solitario ,
sin embargo ,
el abandono lo hace poderoso.
Olga Maria Sain
©Derechos Reservados
Comentarios
Publicar un comentario