Estás colmado de despojos que se colgaron de tus heridas,
de lápidas,
de oscuros agujeros,
de manos yertas,
de sombras frías.
Como no hay cruz sin cara seguro que al dar vuelta la esquina habrá fiesta y risas
y amor
y caricias
y miradas furtivas
y de las otras
y noches que parezcan días
y días intensos como la noche
hasta que una palabra como daga, de pronto te hiele el alma
y vuelvas a ver la muerte alrededor,
no sea que te sientas abandonado porque
de tanto llamarla ya te es familiar
Olga Maria Sain
© Derechos Reservados
de lápidas,
de oscuros agujeros,
de manos yertas,
de sombras frías.
Como no hay cruz sin cara seguro que al dar vuelta la esquina habrá fiesta y risas
y amor
y caricias
y miradas furtivas
y de las otras
y noches que parezcan días
y días intensos como la noche
hasta que una palabra como daga, de pronto te hiele el alma
y vuelvas a ver la muerte alrededor,
no sea que te sientas abandonado porque
de tanto llamarla ya te es familiar
Olga Maria Sain
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