Llueve el cielo apenado, caen gotas muy tristes
sobre los corazones, las esperanzas, los tiempos
sobre lo vivido y lo deseado, lo añorado y lo imposible
sobre las lágrimas que lentamente se suicidan,
se olvidan y se apagan como la vida misma.
Olga Maria Sain
©Derechos Reservados
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