Desnuda querré morir con la piel lavada por el mar
y algo de sal en las pestañas,
lejos de mi hogar, lejos de las amarras
que dejaré en herencia ocultas en un cofre de un velero
sin timonel ....
Que las olas arrinconen el eco de las penas
en el ondulante talle de sus cestas.

Que la arena borre en la pleamar la huella de mi cuerpo
sin quejidos de un adiós.
Desnuda querré morir despojada de la búsqueda
de un destino como herencia.
Sin féretro que me contenga, sin inscripción que lleve mi nombre.
- Mi nombre - identidad efímera,
fugaz insignia que pronto ocultaré
en un ermitaño devenir:
Allá en los arrecifes que nadie ha explorado enganchado el cabello....

Olga Maria Sain
©Derechos Reservados



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