Estas horas tienen el silencio austero,
el suave murmullo de los pájaros despertando
tu nombre de visita, susurrando el deseo
y el antojo de ser el primero en mis momentos.
Estas horas tienen la complicidad dormida
y el íntimo secreto de las ansias.
Un sereno aire acercando distancias y el saberse atravesándolas.
No estoy desvelada, estoy sin alma.
Ella se ha ido a los pies de tu cama a mirarte tan solo.
Y mientras tú descansas y ella te aguarda,
yo deambulo entre letras con mi almohada esperándola.
Te trae un poco en cada regreso.
Será este deseo ansioso de tenerte, el que no me deja dormir más….

Olga Maria Sain
©Derechos Reservados



Comentarios