Tiemblo de muerte y de vida

tiemblo de amor y tristeza.
Anclas de viento y de sol
buscan un hueco de tierra.
Soledades encontradas,
tu ruta sobre mi senda.
Pero no llamas ya ves,
sólo exploras en mis huellas.

Un rumor de quieto bosque,
anunciando primaveras.
Yo voy detrás de las tuyas
a saltos de otras leyendas,
cautiva entre atardeceres
en un sueño que no sueña.

El campanario a lo lejos
recoge el eco que eleva
tu nombre y mi nombre unidos
en un bucle sin fronteras.
¿Llegaremos a la orilla
donde ya el mar nos espera?

Olga Maria Sain
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