Cerca, muy cerca veo pasar entre aguas inmaduras y amargas
los sueños perdidos de mi vida, no puedo escapar de las garras de las sombras del pasado que me asaltan.
Me golpean las olas espumosas en la playa de mis deseos,
quedo a merced del viento subida a una roca,
mientras una ola rompe sobre mis llagas, mis heridas ardientes, el tiempo apremia, el reloj no detiene su marcha brutal y despiadada,
no es el momento de volver atrás, ni de volver a caer en la amargura.
Quiero sumergirme en los colores del mañana como océanos llenos de expectativas.
Si vienes conmigo el corazón de ese sueño esperado florecerá
y entonces será el tiempo de izar las velas para avanzar por el infinito mar adentro, mar afuera y seguir sin cesar mientras las gaviotas van a ser testigos de este amor que se desliza entre versos colmados de esperanzas.

Olga Maria Sain
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