Cuando la esperanza se asoma a la locura,
al trémulo e insensato estereotipo de una afirmación, aparece la
melancolía: ése néctar de olvidos que no deja de ejercer su jerarquía, el recorrido de páginas al azar, rememorando confusiones de la vida.
Ya se deshizo el camino, la maleza creció en las huellas del sendero
y hoy negocia con el destino un trueque en una apuesta de monedas sin valor, a una misma carta, aquella que solo muestra el reverso de su figura.
Olga Sain .
©Derechos Reservados
melancolía: ése néctar de olvidos que no deja de ejercer su jerarquía, el recorrido de páginas al azar, rememorando confusiones de la vida.
Ya se deshizo el camino, la maleza creció en las huellas del sendero
y hoy negocia con el destino un trueque en una apuesta de monedas sin valor, a una misma carta, aquella que solo muestra el reverso de su figura.
Olga Sain .
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