Tal vez nada sea tan suave ni tan bendecido
como este aire en que resucito desde tu ausencia,
a los brazos que aún elevan las ganas
poniéndose alas cada día,
a este cielo que me devuelve la osadía
de creer, de seguir creyendo…..
Es en estos tiempos que
sonrío a cada intento,
me entretengo en los sueños
cuando ando no tan despierta y
vuelvo a nombrarte.
Ya ves sin querer o tal vez queriendo
en ti me pierdo.

Olga Maria Sain
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