Se evapora la intención del llanto
y algo de mí naufraga en esas lágrimas.
El amor quiere ser derrotado para dormir
sobre la devoradora de los sueños.
Un rígido desgarro y la empuñadura de la lealtad
sigilosamente embelesan lo que aniquilan.
¿Quién hizo que se olvidase la respuesta?
¿Al extremo de un ovillo enredado se encuentra la solución?
Pero el cortante filo hace trizas también el enigma que buscaba.
Arranco miradas a la vida, destiño el color de la piel;
embarco junto a la miseria en un navío que hace aguas
y se está hundiendo amarrado al puerto.
Mientras, una sonrisa impuesta fosiliza lo trivial.
Olga Sain .
©Derechos Reservados
El amor quiere ser derrotado para dormir
sobre la devoradora de los sueños.
Un rígido desgarro y la empuñadura de la lealtad
sigilosamente embelesan lo que aniquilan.
¿Quién hizo que se olvidase la respuesta?
¿Al extremo de un ovillo enredado se encuentra la solución?
Pero el cortante filo hace trizas también el enigma que buscaba.
Arranco miradas a la vida, destiño el color de la piel;
embarco junto a la miseria en un navío que hace aguas
y se está hundiendo amarrado al puerto.
Mientras, una sonrisa impuesta fosiliza lo trivial.
Olga Sain .
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