Una se cansa de tener que medir las palabras, de tener que prestar atención incluso al más pequeño gesto, cansada de no ser comprendida y tener que dar siempre una explicación.

No quiero preocuparme por lo que los otros piensan o lo que esperan de mí.
Quiero estar con las personas que me entienden y con las que me siento verdaderamente libre. Y, si en ciertos momentos no tengo su compañía,
es mejor estar sola, ser yo misma,
en lugar de obligarme a ser otra persona para estar con alguien.

Olga Sain .
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