Más allá de lo que creo siempre hay un poco más.
Más allá de lo que siento se desnuda el viento y se abre la marea.
Más allá de lo que temo se descubre el cielo y hacen fila las estrellas.
Más allá de lo que ansío siempre hay una puerta abierta,
calculando el paso mío hasta ella como llamándome a seguir intentando.
Más allá de algún letargo siempre acude a mí la urgencia.
Como en gotas de inocencia recorre mis mejillas la ansiedad del aún no, pronto será.
Más allá de la curiosidad se aferra a mí la claridad de lo que siento.
Y voy por ella de todas las maneras provista con los rasgos de mi ser, de mi esencia.
Más allá de lo corriente busco y encuentro mi particularidad, la muestro, la defiendo, sabiéndome como todos, un ser único y por ello mismo, original.
Más allá de la felicidad busco y construyo el aprender a saber mirarme,
el comprenderme, el escucharme ante cualquier circunstancia.
Porque más allá de toda senda está la ofrenda que mis propios pasos me hacen al animarme.
Olga Sain .
©Derechos Reservados
Más allá de lo que temo se descubre el cielo y hacen fila las estrellas.
Más allá de lo que ansío siempre hay una puerta abierta,
calculando el paso mío hasta ella como llamándome a seguir intentando.
Más allá de algún letargo siempre acude a mí la urgencia.
Como en gotas de inocencia recorre mis mejillas la ansiedad del aún no, pronto será.
Más allá de la curiosidad se aferra a mí la claridad de lo que siento.
Y voy por ella de todas las maneras provista con los rasgos de mi ser, de mi esencia.
Más allá de lo corriente busco y encuentro mi particularidad, la muestro, la defiendo, sabiéndome como todos, un ser único y por ello mismo, original.
Más allá de la felicidad busco y construyo el aprender a saber mirarme,
el comprenderme, el escucharme ante cualquier circunstancia.
Porque más allá de toda senda está la ofrenda que mis propios pasos me hacen al animarme.
Olga Sain .
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