Cuando la vida real golpee estaré preparada, enfundada en mi abrigo de espuma, con la valija llena de algas, con tu recuerdo en la caja de Pandora, con el beso no dado en mis labios y perpetuado en mi memoria.

Cuando los años se vuelvan fugaces y las hadas no me visiten en la noche, seré eterna, inmortal para siempre en el aire hermoso que respires: Corazón encendido por siempre en el lecho de las aguas.

Olga Sain .
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