En ocasiones en mitad del día
o en medio de las tardes,
lejos de los cortinados y las tempestades,
me atrapa el sueño.
Como si fuera el dueño de mis espacios
y algunos de mis tiempos,
como dictando sentencia
de lo que sucederá en el siguiente instante.
Me atrapa y me dejo llevar.
Porque ahora sé que es el sueño
el que me trae la posibilidad de tenerte conmigo.
Al abrigo del ritmo que él elija
sucumbiendo a la calidez de abrazarme a tu nombre,
susurrando despacito que estoy en ese sitio
que tú sabes elijo cada día para esperarte.
Me voy con el sueño.
Por favor: No tardes.

Olga Sain .
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