Construyes el suelo que vas pisando
a medida que avanzas.
Al igual que la balanza,
que va logrando su equilibrio
según qué pesemos en los platillos.
Nunca sabemos qué nos espera.
Sí, cómo nos vamos preparando nosotros para ello.
El horizonte es bello
justamente porque siempre está lejos
y esperándonos.
Eso habla de la belleza,
del milagro de seguir andando.

Olga Sain .
©Derechos Reservados



Comentarios