Un mismo sol para dos ventanas.
Torres lejanas de abismos distintos.
Rayos indebidos que ultrajan a destiempo.
Destajos abiertos de los miedos que aún convocan.
No hay bruma en las bocas
que en un beso se funden.
Este sol que nos alumbra y nos confiesa
abrirá la bruma del cielo.
Y el paisaje que veremos
alejará por siempre la tormenta.
Una lluvia suave nos despertará.
Es dura la contienda
pero la claridad nos contiene, nos sustenta,
nos da aliento siempre a seguir de pie
y andando.
Jamás temas.
Voy a tu lado.

Olga Sain .
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