Como una niña apoyé el mentón sobre tu hombro
dejándome abrazar por el olor de tu piel.
Me miraste con aire sereno y dejaste
que mis labios se posasen sobre ti.
¿Qué perfume tienes ? preguntaste.
Luego de pensarlo mucho ahora lo sé.

Es el perfume de la felicidad...

Olga Maria Sain
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