Tú y yo éramos piezas de un rompecabezas con un diferente encastre.

Incompatibles, pero inseparables.
Desde esta ventana, miro como la vida corre frente a mis ojos,
como si fuera una cinta.
Miro a la gente y sólo veo caras borrosas,
como el recuerdo que tengo de ti.
Soy un libro con páginas rasgadas que nadie quiere leer.
Y estas nubes a diferencia de ti, van cambiando,
no me dejan, se quedan conmigo…

Olga Maria Sain
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